Gobernar desde los territorios afectados
Por primera vez en la
historia política colombiana, en más de 200 años de gobiernos llamados democráticos,
un presidente de esa nación, se traslada con su gabinete gubernamental, desde este lunes 26 de junio del 2023 una
semana completa va convivir y comprobar en carne propia, los problemas y
dificultades que padece, uno de los territorios más pobres, explotados y
olvidados del país, como es el departamento de La Guajira.
El departamento de La
Guajira, que posee muchas riquezas, bien sean minerales, naturales como gas, petróleo, carbón entre otros, así
como unas hermosas playas para disfrutar de la majestuosidad de sus sitios,
entre ellos: El Cabo de la Vela, Punta
Faro y Punta Gallina, Dunas de Taroa, Las Salinas de Manaure, el Parque
Nacional Natural Serranía de Macuíra, un santuario de flora y fauna, la variedad
de su gastronomía,
Así como aprovechar las
fuertes brisas para generar energía
eólica y la solar, poder disfrutar de flamencos rosados en medio de su
desierto, sin olvidar que es una región agrícola y también pesquera, la
comunidad Wayyú, la que conserva su idioma, artesanías y sus costumbres
intactas a pesar del desarrollo y la transculturización que existe en todas
partes.
Estas potencialidades,
deberían convertir a este hermoso territorio, en uno de los más ricos y
prósperos, no solo de Colombia, sino de esta parte del continente, además Natalia Bayona colombiana y funcionaria
en la OMT (Organización Mundial del
Turismo) puede impulsar estos lugares. Pero paradójica y tristemente esto nunca
ha sido así, ni con la aparición de la mina de carbón a suelo abierto más
grande del mundo, como lo es El Cerrejón,
lo que ha generado contaminación del agua y del aire, especialmente a sus
moradores ancestrales, los indígenas.
Los malos manejos de
sus dirigentes políticos locales, ellos son los responsables directos, muchos,
se han visto involucrados en varios casos de corrupción y actualmente pagan
cárcel por ello, no vale la pena citar sus nombres, delitos por desfalcos,
firma de contratos indebidos, negocios de narcotráfico, con alianzas de grupos
al margen de la ley, sean subversivos o de la extrema derecha y hasta casos de
asesinatos, han impedido el crecimiento y desarrollo de esta hermosa región
colombiana.
De igual manera la
dirigencia política central, esa que convive en su capital Bogotá, peca por
omisión o por acción, la que debería vigilar y fiscalizar todas esas
actividades, aplicando verdadera
justicia, para que todo marchen de la mejor manera, lastimosamente no es
así, muy por el contrario algunos son aliados o cómplices de los delitos
cometidos por los funcionarios que habitan en La Guajira, los que son
reconocidos como clanes regionales, de los cuales existen muchos en Colombia.
Por todas estas graves
anomalías, el actual mandatario colombiano, ha decidió trasladarse una semana
completa a territorio guajiro, declarando esa zona como de emergencia social, económica y ambiental, ley que está en la constitución política de Colombia del año
1991; en esta zona mueren muchos niños, en especial indígenas, por falta de
agua, en lo que va corrido de este año
2023 han fallecido 34 infantes, unos por inanición y otros por enfermedades,
que pueden ser tratadas a tiempo, 7 de
cada 10 habitantes de esta zona, viven en pobreza extrema.
El presidente viaja, para
comprobar de manera personal todas estas calamidades, como: La falta de ese
vital líquido, la que padecen sus habitantes desde hace muchas décadas, pero
que ningún dirigente, sea local o nacional han podido afrontar y resolver de la
mejor forma, se está construyendo una represa
en el Río Ranchería, desde hace más de una década, pero no la han podido
terminar.
La falta de agua, se ha
convertido en un caballito de batalla para los candidatos de turno, prometiendo
lo que nunca han cumplido y nuevamente burlándose de las necesidades de un
pueblo sufrido y explotado, siendo rico, pero que vive en la miseria, por la
falta de escuelas, puestos de salud, vías de acceso, fuentes de trabajo y oportunidades
de estudio para la juventud, entre muchas necesidades más.
El presidente espera,
que en su visita, en donde estará en las
rancherías, vivienda típica de los Wayyú, se puedan visualizar las
prioridades, para empezar a buscarles una solución, tampoco es pretender creer,
que con su visita, todos los problemas se resolverán como por arte de magia,
pero si afrontarlos de la mejor manera, que la misma comunidad participe y
aporte ideas o posibles soluciones, quienes más que ellos, conocen la región y
son los principales afectados y lo más importantes, que no exista más corrupción.
Es esta, la
oportunidad, para que todos los colombianos, estén unidos, sin importar las
tendencias políticas, o la distinción de raza o clase social, para que se
puedan resolver las eternas carencias y dificultades que sufren sus habitantes
y se vayan cerrando las enormes brechas sociales que existen, en esta parte de
Colombia, se debe sumar no restar, para el bien común. Porque no solamente es
La Guajira, son varios territorios como: Arauca,
Buenaventura, Tumaco, Chocó, Vaupés, Vicha, por nombrar solo
esos, que padecen estás dificultades.
Por:
Iván Fernando Márquez Gómez.
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