Las
leyes, la política y la justicia en Colombia
La
desigualdad social en Colombia
Para nadie es un
secreto que la política en cualquier parte del mundo es la que rige y controla
los destinos de un nación, así a muchas personas no les guste la política y
piensen que allí existe mucha corrupción, pero es la realidad además esta misma
política es controlada y ejercida por organizaciones o personas que tienen
mucho poder y dinero, o que pertenecen a grupos hegemónicos en muchas ocasiones
aliados o socios, de gremios empresariales o industriales.
Esto se convierte en un
círculo vicioso, porque todos ellos son quienes controlan todo, siendo las
empresas y las industrias el motor o la base fundamental de una nación en los
campos de: (Educación, transporte, trabajo, salud, la banca o finanzas, entre
otros), es decir la política es lo primordial y necesario para que una nación
pueda existir y desarrollarse claro está, que esta política debe ser bien manejada,
con honestidad y responsabilidad, para el beneficio del pueblo, no personal o
de sociedades comerciales poderosas económicamente.
Muchas personas hacen
parte del juego político, algunos son profesionales del derecho, de la
economía, de las finanzas y como si esto no fuera suficiente los medios de comunicación
quienes controlan la audiencia, también hacen parte de este grupo hegemónico,
sin obviar la tecnología y las redes sociales, quienes amparados en las leyes
de sus países y de la constitución, se reúnen y crean leyes, supuestamente para
que existe justicia en una nación que se practique la democracia.
La gran pregunta qué
muchas personas se hacen es la siguiente:
¿A quién o a quiénes
favorecen esas layes que existen en la política, con qué criterio se
establecieron o se crearon dichas leyes, si son justas, equitativas esas leyes,
si el pueblo participó para su creación, si fue consultado para crear y aprobar
esas leyes, por qué esas leyes no se someten al escrutinio público al voto
popular del pueblo, antes de aprobarlas, así como se hace para elegir al
presidente o a cualquier otro cargo político de la nación?
Las
injusticias de la sociedad colombiana
De igual manera, las
leyes creadas y establecidas por estas personas que ocupan altos cargos, bien
sean políticos y privados como fiscales, jueces, magistrados, están por encima
de la justicia, es decir, es una costumbre de todos decir: Que son leyes,
aprobadas por el Congreso o por la Constitución Nacional, cuando lo más justo y
equitativo sería decir, es algo justo, no porque sea una ley, sino porque no
está por encima de la justica como dice la frase: “Justicia es darle a cada quien
lo que realmente se merece”
Son muchos los casos de
la política en Colombia, en donde solo se aplica una ley establecida o creada
por un grupo de personas y no por el pueblo, pero no existe una verdadera
justicia, las personas con altos cargos políticos, gozan de muchos privilegios,
de leyes creadas por ellos mismos o por sus partidos políticos, en donde ellos
mismos deciden qué ley les conviene o no, o sea son juez y parte.
Con la aprobación de
estas leyes, se ven beneficiados o favorecidos, con una inmunidad que les
impide ser juzgados, con la casa por cárcel, cuando cometen un delito, así como
sueldos de los congresistas y otros cargos bien onerosos, en donde salen jubilados
en pocos años de trabajo con pensiones elevadísimas, la excusa y la defensa de
ellos, es que es una ley, que no existe ningún delito o violación de su parte,
pero son leyes hechas a su medid para sus intereses y conveniencia, por sus
grupos políticos, no por el pueblo.
Además de todas estas
irregularidades los altos cargos en los puestos públicos (magistrados, jueces y
fiscales) y los políticos como: (ministros, embajadores, cancilleres) que se
encargan de impartir justicia en Colombia, también son controlados por los
grupos políticos, así es muy difícil por no decir imposible, que exista
justicia imparcial y verdadera, simplemente se aplica justicia, una justicia
amañada y acomodad para el beneficio de los grandes grupos políticos, quienes
realmente son los dueños del país.
Por todo lo anterior, cuando llega un gobierno con una
visión totalmente distinta a la acostumbrada por esos grupos hegemónicos y
dominantes que han gobernando y se han repartido el poder y los puestos
políticos en Colombia por más de 200 años, cambios para tratar de hacer
justicia y favorecer al pueblo, para modificar o cambiar esas leyes
privilegiadas, oprobiosas y creadas por aquellos que han disfrutado del poder.
Entonces ese gobierno, irónicamente es acusado de
dictador, de violar las leyes, es el mundo al revés un ejemplo claro de los
cambios urgente es este: El sistema pensional, en Colombia es un negocio, un
chiste, sólo el 20% de la gente lo logra, esas personas que cotizan no saben si
algún día se pensionen, mientras que en Venezuela con todos sus problemas
políticos y económicos conocidos la gente que disfruta de una pensión es del
73% la gran pregunta es ¿por qué?
Si ese gobierno también
propone unos diálogos de paz, para acabar con ese conflicto que lleva más de
seis décadas en nuestro país, entonces dicen los enemigo de la paz y amantes de
la guerra, que está loco, que él no puede hacer eso porque fue un guerrillero y
muchos impedimentos más, la gran pregunta es:
¿A quiénes beneficia
esa guerra, quiénes se enriquecen con ese conflicto bélico en el país, quiénes
ponen el pecho a las balas, a quiénes empobrece esa guerra? Es evidente que la
guerra es un negocio, en donde una minoría, los ricos y poderosos siguen
enriqueciéndose y los pobres sufriéndola y poniendo los muertos.
La
manipulación mediática de los medios de comunicación
Lo más triste y
preocupante, es que para poder modificar, tumbar o cambiar esas leyes, se debe
contar con la mayoría de los votos en el Congreso, algo ilógico, irónico y
hasta contradictorio, puesto que esas personas que deben votar para aprobar o
no esos cambios en las leyes, son las mismas que las crearon o hacen parte de
los grupos políticos, por obvias razones nunca aprobarán esas modificaciones de
leyes, o simplemente no asisten a los debates, para que esas leyes no sean
aprobadas con la mayoría de votos, como ha ocurrido con muchas reformas que pretende
realizar en actual presidente de Colombia.
Es inaudito,
inconcebible, fuera de toda lógica y hasta un delito si se quiere, que un
Congresista en Colombia, se gane casi 40 millones de pesos mensuales, mientras
que el sueldo mínimo de un ciudadano no llega a los dos millones de pesos, es
decir la diferencia abismas es de 38 veces más.
Es un tema muy espinoso
y complejo, para expertos en él, en donde se debe tener mucho conocimiento
precisamente sobre las leyes, lo que está permitido o no, además de esto ser
una persona con buenos principios éticos y morales, que no esté comprometida
con ningún grupo político o económico de la nación.
Lo que es muy difícil,
por lo escrito anteriormente, la gran mayoría de estas personas son ficha de
políticos o empresarios, así es casi imposible que se puedan hacer los cambios
que urgentemente necesita un país como Colombia, en donde la desigualdad social
es alarmante y está entre los países más desiguales del mundo, solo superada
por naciones del continente africano.
Un claro ejemplo de
esto son los habitantes de La Guajira, Chocó y Vaupés tienen niveles de
necesidades básicas similares a los de Ruanda o el Congo en África; todos
conocemos el drama de los niños Wayuú, quienes que mueren de inanición, de
física hambre, o los déficit de cobertura de agua potable en Colombia que son
del 28%, (en la nación hay un muchos, municipios y regiones sin el vital
líquido.
Sin profundizar en la
ruralidad, o territorios apartados, allí la situación es muy triste y preocupante,
igual ocurre con el Chocó, los menores mueren por diarrea, es una muestra de la
terrible desigualdad que existe en la sociedad colombiana, mientras otros viven
cómodamente gozando de muchos privilegios como si estuvieran en otro país
completamente distinto, Suiza o Dinamarca por ejemplo.
Cuando a estos
personajes de la política, se les entrevista por los medios de comunicación,
dicen que no hay nada que cambiar, que todo marcha muy bien (educación, salud,
trabajo, pensión) claro está, marcha muy bien, pero para ellos, para su familia
y para sus aliados, los acontecimientos están en pleno desarrollo y solo
deseamos que se resuelvan de la mejor manera sin muertos y sin violencia, para
el bien de los menos favorecidos, que es mas de la mitad de la población en
Colombia.
Por: Iván Fernando Márquez Gómez
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