Personajes curiosidades y orates famosos del viejo
Valledupar
Como olvidar, aquellos
famosos orates o locos del momento, eran pocos y todos muy conocidos por los
habitantes de Valledupar especialmente del centro de la ciudad, entre ellos
podemos citar: La gracia, elegancia y coquetería, de la bien maquillada y mejor
vestida “Carpa”, su verdadero nombre
era Adelaida Rodríguez, quienes la
conocieron mejor, decían que era de los Haticos población de La Guajira.
La famosa Carpa
quien desfilaba y echaba la suerte
Apoyo y fuente.
Arnoldo Mestre Arzuaga
23/05/2012 - 11:25
Cuentan algunos que este pintoresco
personaje, perdió la razón cuando un enamorado suyo, acudió a un Mamo de los
indios Arhuacos, en La Sierra Nevada de Santa Marta, para hacerle brujería y
que solo se fijara en él; sus faenas de limpieza y baño, en el río Guatapurí,
sin mostrar sus partes íntimas, eran todo un ritual y espectáculo, duraba horas
aseándose.
Llamaba mucho la
atención, cuando convertía en la mejor pasarela, los andenes y pisos de
cualquier vivienda de la ciudad, desfilando y repartiendo besos a todo el que
estuviera cerca con mucha coquetería y desparpajo, con su vestido de un
llamativo y encendido color rojo, al igual que sus labios rojos también, sin
olvidar una flor de Cayena del mismo color, a la que llamaba “arrebata machos”, zapatos altos y
cartera elegante, la Plaza Alfonso López y la Casa de la Cultura, eran sus
lugares preferidos para esos desfiles.
También
acostumbraba a echar la suerte, lo que causaba mucha gracia a los transeúntes,
pronunciando unas palabras obscenas que no pueden ser escritas aquí por su alto
calibre.
Este personaje,
se lleva el orgullo de ser una de las primeras, si no la primera, que salió al
aire en el canal regional de televisión Tele Caribe, precisamente en La Casa de
la Cultura, cuando hacían unas grabaciones,
en este canal, que se inauguró en la ciudad de Valledupar, para un
Festival Vallenato en el año 1986, bajo la gerencia de José Jorge Dangond
Castro, llevándose el honor de ser el primer canal regional del país.
La Carpa desfiló
y lanzó besos a las cámaras, como toda una artista y modelo, al final este
gracioso personaje se cansó de deambular por el centro de Valledupar y echar la
suerte y agarró carretera, perdiendo la vida cuando un auto la atropelló, cerca
de Valencia de Jesús, la tierra de ese gran juglar del vallenato Calixto Ochoa.
Como no
recordar, el estilo, el modo de vestir y rectitud de Cabirol con su vestimenta bien limpia y mejor planchada, otro
conocido y gracioso personaje de la ciudad, vestía impecablemente, nunca se le vio una
arruga en su consumado ropaje.
Cabirol otro famoso personaje del viejo Valledupar
Para ponerse los
pantalones, los guindaba con unos hilos pendidos del techo y con el mayor
cuidado se metía en él, para no borrarle los pliegues que dejaba un
esmerado almidonado y bien planchado.
Cuatro dedos abajo de las
tetillas quedaban ubicados, sus pantalones por el resto del día; luego de
vestido salía caminando con un ademan entre militarote de alto rango y
pistolero del oeste.
No volvía a sentarse en el
día, para no arrugar la indumentaria. Con unos bigotes perfectamente pintados
con un lápiz de ceja negro, como también la extensión de las patillas
hasta llegar a la altura de las cordales, https://fundacionaviva.wordpress.com/
Apartes de la
crónica de José Gregorio Guerrero…! “Cabirol, no era un demente era un militar del antiguo batallón
Bomboná, cuando este quedaba donde hoy es el Hospital Rosario Pumarejo de
López, famosos por su peculiar forma de vestir, muy pulcra y sofisticada”.
Así mismo ver
las ocurrencias y atrevimiento de Chepo,
el que se creía automóvil, cuando se paraba detrás de los carros, bien sea
haciendo escuadra o pidiendo vía, para rebasar a los que osaran estar delante
de él.
El famoso “Chepo” personaje que se creía auto
Chepo, también
pedía que lo empujaran por encontrarse varado, así como cuando llegaba a las
estaciones de servicio o gasolineras, esperando que lo surtieran, debido a que
en su mundo interno y lleno de ilusiones, decía que se había quedado sin
combustible.
Qué decir del romántico y enamoradizo Ho Chi Minh, muy parecido al líder Vietnamita. Ho Chi Minh es un personaje, pequeño, de aspecto asiático, con barbas de sabio y pensador, se dedicaba a lustrar zapatos, pero para enamorar a las mujeres, se convertía en todo un poeta, por sus rimas y elegantes mensajes a las damas, ya con muchos años encima, actualmente se encuentra recluido en la Casa de los Abuelos, de la ciudad de Valledupar.
Ho Chi Minh todo un poeta para enamorar a una mujer
Recordar aquel
famoso personaje conocido como “Pedroza”,
un pequeño hombre, pero con una fuerza descomunal además de padecer una
enfermedad mental, sufría ataques de epilepsia, vivió frente a parque del bario
el Carmen, parecía un luchador, su frase preferida era,” regálame un cigarrillí” levantaba a una persona con sus dos
brazos y lo izaba como si fuera una bandera algo muy peligro por ciento
también.
Como no recordar
la cacharrería ambulante, no era un demente, pero a veces eso era lo que
parecía aquel desconocido personaje, con acento de sabanero, quien deambulaba
por el centro de la ciudad y barrios cercanos, caminando con ese inclemente sol
gritando y promocionando su mercancía.
¡…vasos,
cucharas, platos, pocillos, cuchillos, tenedores…! era muy curioso, no solo
porque no era del interior del país, algo que no era normal en los comerciantes
llegados a Valledupar, debido a que casi todos los vendedores y comerciantes
eran santandereanos o paisas,
Este sabanero
gritaba, vaaaasooos, cuuuuchaaaaraaaas, pooociiilloooos, teeeneeedooores,
cuchiiillooos, plaaatooos para rematar cerraba la frase diciendo “compren carajo que esta vaina pesa”., Las
personas salían más que todo para oírlo y verlo, más que para compararle, para
después soltar la carcajada, de la peculiar forma de comercializar su
mercancía.
El pintoresco y excéntrico Chorrobalín, fue otro jocoso personaje de Valledupar, quien vestía
elegante con saco, cuando lo molestaban se tornaba agresivo y lanzaba piedras y
algunas tuercas y balines, quizás de allí, venga su sonoro sobrenombre.
También se vivió la época de Breckdance y música rock,
cuando Michael Jackson y John Travolta estaban en su apogeo y los muchachos del
barrio el Carmen y otros de Valledupar, bailaban se contorsionaban y daban
vueltas en el piso, como si sufrieran un ataque de epilepsia.
Se hacían competencias de baile de Pi Kuc, esos grandes
aparatos que sonaban durísimo de los cuales hoy quedan pocos como el Wuathusy
El Gran Ché, el Sibanicú entre otros, para escoger el que mejor y más duro
sonara, inclusive llegaban a reventar las enormes cajas de música, estas
competencias muchas veces terminaban en riñas.
Cada barrio tenía su representante en el barrio el Carmen
estaban “Jova Breikin”, quien se
dedica actualmente a las artes gráficas conocido así por bailar muy bien ese
ritmo extranjero, así como Hernán
Salamanca, el locutor y presentador en el Festival Vallenato otro gran bailarín,
actualmente labora en la Gobernación del Cesar.
Son muchas
historias y anécdotas, una vividas y otras escuchadas por los mayores, como
aquella anécdota cuando las personas iban para que les sacaran la sangre,
supuestamente, porque el Dr. milagroso, aquel galeno venezolano, muy venerado
José Gregorio Hernández estaba haciendo milagros, pero era necesario donar un
poco de sangre, les decían, que entre más sangre donara, mayor era el milagro,
para que esto sucediera, fueron muchas las personas engañadas, especialmente
las mayores, que tenían mucha fe católica.
Igual sucedió
con un timador, que decía ser odontólogo, hizo su gran negocio, al decirle a
quienes lo visitaba, que era mucho mejor tener puente o chapa, que dientes
naturales, ya que esta no se dañaba, muchos cayeron en su engaño y se sacaban
todos los dientes, así estuvieran sanos, para él fabricarles la chapa.
Además de todas
estas anécdotas y vivencias, se pude citar a la popular Lola Bolaño, era reconocida y buscada por
muchas madres, no solo fue recordada por ser la pionera del baile del Pilón,
sino también cuando sus hijos tenían algún dolor o malestar.
Dolor que los
doctores no lograban calmar o sus padres, creían que este, era producto de un
mal de ojo, como se acostumbraba decir en ese entonces, ella con su paciencia,
con sobos, plantas y su sabiduría, heredada de sus ancestros, aportaba en la
salud de muchos niños y adolescentes de esos años en el barrio el Carmen.
Era el Placebo
de muchos, este surtía efectos mágicos, así como sucede con muchos creyentes,
cuando ponen mucha fe, esperando un milagro de su santo milagroso. Igual, lo
hacen algunos profesionales de la medicina, al suministrarles un medicamento a
sus pacientes.
Todas estas
historias y anécdotas se vivieron en el centro de la ciudad del otrora
Valledupar, en los barrios más cercanos como el Cañahuate, La Guajira, el
Cerezo, La Garita y en la casa de Lola Bolaño.
La que se
encontraba a pocas cuadras de la mítica Plaza La Plaza Alfonso López, en donde
funcionaba una cantina y negocio de la vida alegre como se decía antes, allí
llegaban muchos de estos personajes a descansar o a beber algo para calmar la
sed, así como viajeros de los pueblos circunvecinos y miembros de las etnias
que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Por: Iván Fernando Márquez Gómez
Teléfono: 3013942339
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