¿Te has imaginado?
Pero que tal, si a lo físico, a la raza o a lo atrayente del ser humano, no se le diera la importancia y el valor exagerado, que en muchas oportunidades y que casi siempre se le ha dado, a través de la historia, muchas cosas no hubieran ocurrido y la historia de la misma historia, se escribiría y se contaría de otra manera.
Te has imaginado, un mundo donde todos fuésemos de un mismo color? Es decir, sin distinción de razas, o color, o todos blancos, negros, indígenas, árabes o asiáticos, con dinero, joyas y de una posición económica y social igual ¿Será que se hubieran evitado muchas guerras y masacres?
El pueblo de Abraham, no hubiera permanecido tantos años preso en Egipto por culpa del racismo; Roma y Grecia, así como otros imperios, no se disputarían la supremacía, de quién masacró y asesinó a más personas, por no pertenecer a sus razas y por causa de la xenofobia.
Si todos fuésemos de un mismo color de piel, claro está, con sus consabidas diferencias físicas y faciales, para poder diferenciarse los unos de los otros.
¿Quizás los oprimidos y torturados hermanos del África, hubieran llegado a América como esclavos? ¿Y qué sería del Apartheid, (separación) en Sudáfrica? ¿O tal vez, los millones de indígenas, hubiesen sido sometidos, perseguidos y despojados de sus tierras y riquezas, como ha venido sucediendo sistemáticamente con el transcurrir de la historia?
¿Se hubieran evitado las dos guerras mundiales y muchas otras, si no existiera el racismo? o ¿Acaso Hitler hubiera cometido el holocausto nazi, en contra de los judíos?
¿Los españoles, ingleses franceses y otros habitantes del viejo continente, no se hubieran llevado nuestras riquezas para su continente? ¿No se recordaría funestamente lo acontecido en Hiroshima y Nagasaki, como víctimas de la bomba atómica?
Tampoco hablaríamos de los veteranos de las guerras de Vietnam, Corea, el Golfo Pérsico y de invasiones a otras naciones. No hubieran asesinado al líder negro y candidato presidencial norteamericano Martin Luther King, de igual manera, el color negro, no sería visto ni nombrado de manera despectiva, no existiría xenofobia, hacia los árabes, por parte de los europeos y gringos, como tampoco, rechazo y desprecio hacia los latinos, ni mucho menos los caribeños y nacidos en esta parte del continente, serían vistos como una raza inferior.
El estatus social, ya no sería por el color de tus ojos, piel y cabello, ni mucho menos creer y decir, que los del norte, son la raza pura y excelsa como muchos piensan y quieren hacer creer.
Si todos fuésemos de una misma tonalidad de piel, ser alto, rubio y de ojos claros, ya no sería lo más importante y si todos tuviéramos el mismo matiz, el famoso y desaparecido cantante Michael Jackson no se hubiera cambiado el tono de su piel.
Si todo esto fuera posible, las mujeres y algunos hombres, dejarían las ínfulas y los delirios de ser rubios, desconociendo y olvidando, que al teñirse el cabello de rubio, están gritando a los cuatro vientos el inconformismo y descontento por el aspecto físico que les tocó, y son ellos los primeros racistas, al despreciar y rechazar su color.
Si todos llegarnos a ser de un mismo color de piel, ¿Será que viviríamos mejor y en paz, sin tanta, desigualdad, injusticia y miseria?
Si esto llegara a ser posible, muchas naciones, tal vez, entre ellas, varias africanas posiblemente, no morirían las millones de personas que a diario fallecen, bien sean por culpa de conflictos, religiosos, políticos, militares y por supuesto raciales. Y si todo esto fuese posible. ¿Será que las riquezas estarían bien repartidas, equitativamente dándole a cada quien lo que realmente se merece, es decir aplicando justicia lastimosamente el mundo no es así.
Estos sucesos originaron otros acontecimientos y reacciones que marcaron profundamente la historia de la humanidad, como el abandono de Martín Lutero de la iglesia católica, quien fue el padre de la reforma protestante y de sus 95 tesis en Latín y después traducidas al alemán su idioma natal, contra las indulgencias de la iglesia católica y la comisión de los pecados en las épocas de Julio II y León X, la llamada Edad Moderna, debido a los abusos y excesos que se cometían, ya que se asesinaba hasta a niños recién nacidos, por los desacuerdos religiosos.
Como vemos, en los planos religiosos, militares, sociales y culturales y en muchos otros de la vida humana, está presente las injusticas, los crímenes, vejámenes y otras crueldades más, imponiéndose el fuerte sobre el débil, para tratar de vivir mejor.
Por: Iván Fernando Márquez Gómez.
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