Sublevación animal una nueva era

En el lugar, solo sobrevivieron Pocos animales de todas las especias, así como algunas mujeres y varios hombres luchadores y aguerridos, un anciano octogenario y un niño y una niña de 12 años aproximadamente, era un paraje lúgubre, triste y solitario, a pesar de que iniciaban las primeras horas de la mañana, en donde el sol debería resplandecer y alumbrar con toda su intensidad, se veía todo oscuro, borroso y plomizo, como si empezara a caer la noche.

 

El poco aire que se podía respirar, era espeso y contaminado. Corría poca brisa ya no se apreciaban esos hermosos y frondosos árboles. Aquellos que brindaban sombra y aire puro, los que hacían de la naturaleza el sitio más hermoso y acogedor, para animales y humanos. 

Los animales se habían sublevado, se unieron y todos los humanos fueron abatidos o vencidos, el dominio de los animales fue total, una nueva era en el planeta tierra estaba por comenzar, con nuevas reglas y leyes, los animales más inteligentes, unidos a los más fuertes y ágiles, serían los que encabezarían y dirigirían el destino de una nueva historia, para tratar de salvar al planeta y no hacerle más daño.

Todos los animales, con sus afiladas y temibles garras, tenían muy atemorizados a los humanos, con los ojos salidos de las orbitas, votando espuma por la boca y los ojos enrojecidos, y si a esto se le agrega que muchos de ellos, adquirieron una mayor inteligencia y sagacidad,

Algunos podían hablar y hasta leer la mente, el problema era mayor, esto sucedió a consecuencia de tomar aguas infestadas de los laboratorios humanos, fueron cambios extraordinarios en los animales, los cruces entre los animales y humanos, también originó seres sorprendentes, una nueva especie.

Los habitantes de la tierra, especialmente los humanos, habían agotado y contaminado todos los recursos del planeta, agua, tierra y aire limpio, es decir tres de los cuatro elementos más importantes para subsistir, el fuego no lo dañaron porque este no se destruye, solo se transforma, se vivía de milagro, producto del exceso y la falta de conciencia de los humanos.

No solo las guerras causaron esta hecatombe y debacle, la desigualdad social y falta de oportunidades para subsistir de millones de humanos, también contribuyó a esto,  según un informe de los entendidos y expertos Internacionales, ya que ocho millones de personas más ricas del mundo, poseían la misma riqueza que los 3.600 millones de pobres que hay en la Tierra, la desproporción era abismal, ninguno de los sistemas políticos funcionó bien.

El anciano cansado y angustiado, le contó al niño que había soñado lo siguiente.

Hoy soñé, que Dios recompuso el mundo y que todo cambiaría

Hoy soñé, que la tristeza no existía, la felicidad dominaría

Hoy soñé, que la justicia cruel partió y que nunca regresó

Hoy soñé, que los buenos se impusieron y los malos perecieron

Hoy soñé, que los niños no morían, de hambre y melancolía

Hoy soñé, que la mentira murió porque la verdad la venció

Hoy soñé, que la guerra no fue más, por culpa de la paz

Hoy soñé, que los ancianos si reían y la sociedad los admitía

Hoy soñé, que si eras cruel y malo serías rechazado

Hoy soñé, que tu comportamiento y acciones, dirían los bienes que merecías

Hoy soñé, que el mundo sabría, que los buenos y nobles, en la opulencia vivirían

Hoy soñé, que los malos y egoístas, en ruinas y penas morirían

Hoy soñé, que los niños sin padre no nacerían y felices vivirían

Hoy soñé, que a un solo ser tu amarías, a otro no desearías y una sola pareja tendrías

Hoy soñé, que la envidia no existiría, la bondad le ganaría

Hoy soñé, que la flora y la fauna, no se destruirían, que animales felices y campos verdes siempre habrían

Hoy soñé que el dinero ya no valía, solo con amor y humildad tú comprarías

Hoy soñé, que si al prójimo amabas nunca te enfermabas

Hoy soñé, que las cárceles no existirían, que las penas se pagarían acortándole a tu vida días

Hoy soñé, que el altruista y generoso, ni envejecía ni moría

Hoy soñé, que los enfermos se curaban si al prójimo amaban

Hoy soñé, que las niñas no parían, madres prematuras no serían

Hoy soñé, que la pobreza se acabó, que el amor y la paciencia, de la tierra la sacó

Hoy soñé, que jóvenes y adultos licor y drogas no consumían, y esto solo, para fines médicos servía

Hoy soñé, que políticos honrados si habían, que al pueblo ayudaban y que buenas obras realizaban

Hoy soñé, que la prostitución se acabó, y aquellos que la ejercían inmediatamente se morían

Hoy soñé, que la Tierra era cuidada, y aquel que no lo hiciera, que de ella saliera

Hoy soñé, que el Mar se conservaría, y que todas sus especies, siempre existirían.

Hoy soñé, que el aire y el agua, no se contaminarían, y que puros y limpios permanecerían

Hoy soñé, que la contaminación era detenida, y que la capa de ozono fue restablecida

Hoy soñé, que niños, jóvenes y adultos, estudiarían y profesionales serían

Hoy soñé, que los ladrones no robaban, los honestos con sus acciones los cambiaban

Hoy soñé, que los flojos trabajaban, nadie de vago andaba

Hoy soñé, que las canas se respetaban, y al anciano se cuidaba

Hoy soñé, que a los padres se adoraban y jamás se descuidaban

Hoy  soñé, que el amor noble y sincero, perduraba y nunca se traicionaba

Hoy soñé, que la vida se valoraba y nadie te la arrebataba

Hoy soñé, que la salud se conservaba, si a tus semejantes amabas

Hoy soñé, que buen futuro asegurabas, si amor y paz prodigabas

Hoy soñé, que la ciencia  más  avanzaba y solo para el bien se utilizaba

Hoy soñé, que una sola religión existía, solo en ella se creía, y todos la defendían

Hoy soñé, que los lujos y las joyas importancia no tendrían, y aquellos que la usaran de ellos todos se reirían

Hoy soñé, que con  una sincera sonrisa, comprabas lo que tú deseabas

Hoy soñé, que ya no existían ni potencias ni imperios, y que todos los países eran igual en este hemisferio

Hoy soñé, que un solo idioma existía, y comunicarse más fácil se volvía

Hoy soñé, que no te señalaban por el color de tu cabello o piel y te aceptaban tan solo por nacer

Hoy soñé, que las armas no servían, ninguna bala hería

Hoy soñé, que nuestro planeta no sufriría, que nada lo afectaría y que por siempre existiría

Y hoy que ya no sueño, que a la realidad regresé, por la cruel verdad, muchas lágrimas derramé.

Muchas plantas adquirieron la capacidad de castigar a los que trataran de hacerles daño o agredirlas, lo que presagiaba buen augurio para el sostenimiento y conservación de la naturaleza. Aparecieron nuevas especies de animales y plantas, más vistosas y grandes, las que causaban mucha admiración.

Los animales se rebeldizaron, se unieron y todos los humanos fueron abatidos o vencidos, el dominio de los animales fue total, una nueva era en el planeta tierra estaba por comenzar, con nuevas reglas y leyes, los animales más inteligentes, unidos a los más fuertes y ágiles, serían los que encabezarían y dirigirían el destino de una nueva historia, para tratar de salvar al planeta y no hacerle más daño.

Los humanos nunca entendieron o no quisieron comprender, que todo se estaba acabando, por la falta de conciencia y de amor. Así como el deseo desmedido de poder y dominio hacia sus semejantes y a todos los seres vivos que lo rodeaban.

Nunca valoraron las riquezas que tenían y cada día destruían todo a su alrededor. El panorama que se apreciaba en los lugares, en donde se había llevado la confrontación era dantesco, muertos por todos lados, en los ríos, en las cuevas, en los árboles y mares, cadáveres despedazados por tiburones y otros animales marinos, se encontraban cuerpos mutilados, algunos sin las extremidades inferiores o las superiores.

El panorama era impresionante después de la batalla, carreteras, calles y avenidas desoladas, vehículos y muchos automotores abandonados e inservibles, puentes caídos, igual que las viviendas, eran pueblos y ciudades abandonadas y destruidas.

Los humanos que alcanzaron a refugiase en los árboles, eran víctima de los roedores y aves rapaces, que también se sublevaron, estos estaban abiertos por el vientre y les habían comido sus entrañas, se podían ver rostros, con las cuencas de los ojos vacías.

Luego de la confrontación, lo que se podía apreciar fue espantoso y dantesco, cadáveres por todas partes, sobre todo de seres humanos, en cualquier lugar. En los campos, en los valles, praderas, en las casas abandonadas.

 A los niños, mujeres y ancianos se les respetaba la vida, estaba prohibido atentar contra ellos, así como maltratarlos, todos fueron tomados como prisioneros, eran pocos los sobrevivientes.

La calma comenzaba a retornar, lentamente en todos los sitios de la tierra, volvieron las mariposas, el canto de las aves y las luciérnagas, que habían desaparecido por culpa de la contaminación, todos ellos adornando las tardes con sus colores, cantos y luces.

Muchas plantas adquirieron la capacidad de castigar a los que trataran de hacerles daño o agredirlas, lo que presagiaba buen augurio para el sostenimiento y conservación de la naturaleza. 

Aparecieron nuevas especies de animales y plantas, más vistosas y grandes, las que causaban mucha admiración.

Luego de la conflagración, los líderes se reunieron y en un consenso unánime, decidieron editar un libro, para regir los destinos de la nueva era en la tierra y de todo lo que en ella habita, con sus leyes, cánones y preceptos, con castigos y compensaciones, por el buen o mal comportamiento,  si antes existió llamado Biblia, Corán o Coran, ¿por qué ahora no?

Pero no será un libro con historias fantásticas o increíbles, será un libro, creíble, en donde no se hable de un solo guía, o de un solo ser supremo o superior, si no que todos debemos ser ese líder y esa guía, para diferenciar lo bueno de lo malo, que realmente se aplique justicia. 

Pasado un tiempo, los animales ocuparon todos los puestos que antes eran de los humanos, los niños ya se habían convertido en adultos y muchos de ellos, se cruzaron con animales, dando como resultado una nueva especie o raza, con rasgos y características jamás nunca vistas. Algunos con aspectos entre humanos y animales, mucho más inteligentes, ágiles y fuertes. 

Aves gigantescas, conducidas por algunos humanos que se habían convertido en sus compañeros y aliados, las que compartían las actividades y servían de transporte para recorrer los sitios distantes.

Existían niños, jóvenes y adultos, dotados de alas, fue la fusión entre  los animales y los humanos sobrevivientes. Estos fueron escogidos entre los más fuertes, con gran inteligencia y nobleza con una inteligencia superior a la normal, con garras enormes y colmillos largos y afilados, era una mezcla entre felinos y aves, además de todas estas cualidades y destrezas, muchos de ellos, podían respirar debajo del agua y leer la, mente.

Quizás sería la nueva raza, que dominaría al planeta tierra. Ellos eran los encargados de organizar y dirigir todo lo que se debía hacer, en compañía de los animales mayores, los sabios y consejeros, estos ya cansados de luchar y defender el planeta tierra y todas sus especies animales y vegetales.

Aconsejaban y guiaban a los futuros habitantes de la nueva raza, decían que no solo era importante que fueran ágiles, fuertes, inteligentes y aguerridos, sino que tuvieran buenos sentimientos y sentido de pertenencia y altruismo.

Que amaran a todos los de su especie y a los que fueran distintos también, que todos tenían los mismos derechos y deberes. Que la tierra no le pertenecía a nadie, pero que de igual manera era de todos, que respetaran todo lo que la madre tierra les había proporcionado.

Para que no volviera a suceder otra hecatombe y enfrentamiento, muerte y destrucción entre animales y humanos o entre cualquier especie que habita esta morada, que el planeta tierra, es capaz de vivir en paz y mejor sin ninguno de nosotros, pero nosotros, si necesitamos de él, para subsistir.

Después de esta hecatombe y enfrentamientos, se podía notar con estos cambios, que la capa de ozono se estaba restableciendo, los mares y ríos empezaban a verse más limpios y menos contaminados, las aves volaban más tranquilas, los animales sufrían menos maltrato y los peces salían a las orillas, bien sea para alimentarse o para divertirse.

Por: Iván Fernando Márquez Gómez.

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